Nuevamente es fin de mes y nuevamente llaga tarde esta publicación de la criatura mitológica... realmente espero que esto no se vuelva una costumbre, pero bueno...
¡Sirenas! Las mencioné anteriormente en una de mis publicaciones sobre criaturas mitológicas. Ahora, pensemos un poco en ellas. Cuánto sabemos sobre estos seres míticos femeninos y cómo han ido cambiando sus características y nuestra percepción de ellas con el pasar de los años. Cuando nos dicen sirenas nos solemos imaginar algo como esto:
Y si somos fans de Disney y su tendencia de pintar color de rosa muchas cosas y personajes, de origen más bien oscuro, entonces pensamos en esto:
Lo que no mucha gente sabe es que esta concepción de la sirena como una mujer-pez data más o menos del siglo IX y se debe en parte a un manuscrito que circulaba por aquella época y que hablaba sobre monstruos y seres fantásticos, como una especie de bestiario. El origen de esta criatura es griego y se le imaginaba como una especie de híbrido con la cara y torso de una mujer y el resto del cuerpo de un pájaro (parecida a la arpía) que habitaba entre los acantilados de una isla del mediterráneo, atacaba barcos que pasaban cerca y poseía cualidades ctónicas, es decir, estaba vinculada con el mundo de los muertos.
Según algunos mitos, los dulces cantos de las sirenas atraían a los marineros hacia una horrible muerte, y eran criaturas feroces. Aunque en un principio eran parte de la mitología griega, se les llegó a conocer en otras culturas y mitologías, entre ellas la latina y la egipcia, y se les otorgaron otros atributos y cualidades dependiendo del mito en el que figuraban.
La iglesia católica tomó la imagen de este ser, nacido de religiones paganas, y sus cantos como símbolo de la tentación, la voluptuosidad y la falsedad.
¡Sirenas! Las mencioné anteriormente en una de mis publicaciones sobre criaturas mitológicas. Ahora, pensemos un poco en ellas. Cuánto sabemos sobre estos seres míticos femeninos y cómo han ido cambiando sus características y nuestra percepción de ellas con el pasar de los años. Cuando nos dicen sirenas nos solemos imaginar algo como esto:
Y si somos fans de Disney y su tendencia de pintar color de rosa muchas cosas y personajes, de origen más bien oscuro, entonces pensamos en esto:
Lo que no mucha gente sabe es que esta concepción de la sirena como una mujer-pez data más o menos del siglo IX y se debe en parte a un manuscrito que circulaba por aquella época y que hablaba sobre monstruos y seres fantásticos, como una especie de bestiario. El origen de esta criatura es griego y se le imaginaba como una especie de híbrido con la cara y torso de una mujer y el resto del cuerpo de un pájaro (parecida a la arpía) que habitaba entre los acantilados de una isla del mediterráneo, atacaba barcos que pasaban cerca y poseía cualidades ctónicas, es decir, estaba vinculada con el mundo de los muertos.
Según algunos mitos, los dulces cantos de las sirenas atraían a los marineros hacia una horrible muerte, y eran criaturas feroces. Aunque en un principio eran parte de la mitología griega, se les llegó a conocer en otras culturas y mitologías, entre ellas la latina y la egipcia, y se les otorgaron otros atributos y cualidades dependiendo del mito en el que figuraban.
La iglesia católica tomó la imagen de este ser, nacido de religiones paganas, y sus cantos como símbolo de la tentación, la voluptuosidad y la falsedad.